Maravillas tecnológicas, casa de Bill Gates

Casa de Bill Gates

La casa del hombre más rico del mundo es un derroche de tecnología en armonía con su entorno. Parte de la mansión, a orillas del lago Washington, esta construida en el interior de una colina, de manera que aprovecha la temperatura natural de la tierra. Bill Gates estaba decidido a que la construcción fuese ecológicamente responsable, pero la madera reciclada de la calidad que se necesitaba no existía en venta, así que el millonario decidió fundar una fábrica de reciclaje de madera, con lo que resolvió el problema y de paso, creo una nueva industria. Por fuera es una residencia vasta y acogedora, sin embargo, lo maravilloso está en el interior.

El deseo de Bill Gates era que la tecnología fuera imperceptible, no hay cables ni enchufes a la vista y las pantallas -más que planas- se encuentran incrustadas en las paredes. Cuando un huésped llega, recibe a la entrada un pin electrónico que lo conecta a la computadora central, la máquina registra en todo momento donde se encuentra cada uno de los invitados, al mismo tiempo que almacena información personal. A medida que el huésped anda por la casa, esta se adapta para complacer sus gustos: iluminación, imágenes en las pantallas y música, que incluso persiste en la enorme alberca, construida en mármol de carrara y dotada de un sistema musical acuático.

Este sistema no sólo esta diseñado para los invitados, sino que también se ocupa de la seguridad detectando si alguien intenta adentrarse en los espacios privados. Hay cámaras escondidas por doquier y los sensores en el piso son capaces de seguir la trayectoria de una persona dentro de los límites de seis pulgadas.

De las paredes cuelgan reproducciones electrónicas de los cuadros más valiosos del mundo y en la biblioteca, donde la luz natural desciende a través de una bobeda acristalada, reposa el codex leiceter, un cuaderno de Leonardo da vinci adquirido por Bill Gates en una suma considerable.